ONU propone reducir el límite de velocidad en las autopistas a 62 mph

La intención de la ONU es reducir el alto riesgo de accidentes de tránsito en las autopistas.

Foto: John Howard / Pixabay

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha presentado su Plan Global de la Década de Acción por la Seguridad Vial 2021-2030, una iniciativa en la que propone disminuir el límite de velocidad permitido en las autopistas a 62 mph (100 kph). Esta propuesta tiene como principal intención reducir el número de muertes y lesiones asociadas a estos espacios donde los conductores suelen alcanzar velocidades muy altas a bordo de sus autos, poniendo en riesgo sus vidas y las de otros.

En líneas generales, el plan está compuesto por tres acciones que la ONU considera fundamentales para atacar este problema:

1. Garantizar la seguridad al caminar, andar en bicicleta y utilizar el transporte público.

2. Garantizar carreteras, vehículos y comportamientos seguros.

3. Garantizar atención de emergencia oportuna y eficaz.

La ONU sostiene que 1,3 millones de personas mueren al año a causa de la velocidad en las carreteras de todo el mundo y este gigantesco número parece no haber sufrido ningún cambio favorable luego que la organización presentara y aplicara un plan similar en 2011, dirigido a la década pasada. Ahora, de acuerdo con el pronóstico de la organización, el nuevo plan, elaborado en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría reducir en un 50% las cifras lamentables en los próximos 10 años y beneficiaría, principalmente, a la población más joven, considerada como la más afectada por este problema que la organización considera una “pandemia silenciosa”.

“Llegó el momento de echar a andar lo que sabemos que funciona y cambiar a un modo de transporte mucho más seguro y saludable. Este nuevo plan llevará a los países por un camino más sostenible”, aseguró Etienne Krug, Director del Departamento de Prevención de Lesiones y Violencia de la Organización Mundial de la Salud.

Además de las autopistas, la propuesta pretende reducir la velocidad en otros espacios desatendidos: centros urbanos y carreteras convencionales en 18 mph y 49 mph, respectivamente, pero su rango de acción podría excluir a Estados Unidos, debido a la gran cantidad de regulaciones que existen en torno a ciertos hábitos peligrosos como usar el teléfono mientras se opera un vehículo o conducir bajo los efectos de drogas o alcohol (DUI y DWI), regulaciones que no existen en muchos países en vías de desarrollo, los más afectados por este problema.

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