Míchel: “Queríamos destacar por nuestro juego, trascender”

Sucede algo curioso en Girona, un fenómeno tan excepcional como hermoso. Los hijos, sin complejos ni deudas con el pasado, son los que contagian su amor por los colores rojiblancos a sus padres y, no al revés, como parecían ordenar los mandamientos nunca escritos -pero repetidos hasta el cansancio- del hincha del fútbol. Y los padres, entonces, no hacen más que rendirse a la felicidad de sus hijos. Sobre todo, cuando observaban que su histórico amor por el Barça y su particular filosofía de juego claudicaba ante el equipo de Míchel. Y no era casualidad, el Girona goleaba al Barcelona en Montilivi de la misma manera que lo había hecho en Montjuïc: 2-4 y 4-2. Los muchachos de Míchel le estamparon ocho goles en 180 minutos a los de Xavi. Y para celebrar todo, las victorias ante el Barcelona, el buen fútbol y el cariño por un equipo que sube de hijos a padres, el Girona hizo lo nunca visto en Montilivi: se clasificó para la Liga de Campeones por primera vez en su historia.

“Queríamos llegar a eso, a destacar por nuestro juego, a trascender. Como cuando veo al Leverkusen [campeón de Alemania], ahí hay algo. Ahora tenemos el reto de mantener la segunda plaza con cuatro jornadas por delante”, destacó Míchel. En Girona no pudieron contener la ansiedad, nada más terminar el partido, mientras los futbolistas y el staff rojiblanco se vestían con camisetas que homenajeaban su visado a la máxima competición europea, sonó el himno de la Champions en Montilivi. “Cuando suene de verdad, será histórico. Se nos pondrán los pelos de punta cuando juguemos por los puntos, por un partido de verdad”, sostuvo el preparador del Girona. “Ver que toda esta gente va a disfrutar de la Champions... Era algo que antes no se podía pensar”, se sumó Portu. “El reto ha sido jugar sin miedos, sin los temores de los equipos pequeños. Sin mirar los resultados”, subrayó Míchel. Y añadió: “Es la felicidad plena. Llegamos en Segunda y estamos en la Champions. Y faltan cuatro jornadas. Es increíble, tenemos 74 puntos. Es tremendo lo que han hecho estos jugadores. Es un proyecto en el que te dejan trabajar”.

Mientras Míchel ya fantasea públicamente con jugar en Anfield y en recibir al Bayern Múnich, Xavi Hernández sigue atrapado en la misma telaraña de toda la campaña azulgrana. “Perdimos el control del partido por errores flagrantes, que no pueden ocurrir a este nivel. Nos ha ocurrido toda la temporada y nos sigue pasando. Y a este nivel marca la diferencia”, expuso el preparador del Barcelona. Miró Xavi al vestuario y Sergi Roberto, el capitán, recogió el guante “Pedir perdón al equipo, porque estábamos haciendo un buen partido. Nos vamos enfadados”, explicó el líder de la plantilla del Barcelona, sobre su error que terminó en el 2-2.

“Nos venimos abajo con cualquier situación negativa. Errores puntuales y a nivel individual. Lo hemos hablado, les hemos dado toda la confianza. Creo que también es falta de madurez debido a la edad del equipo. Supongo que de los errores aprenderemos y el año que viene competiremos, si no así es imposible”, insistió Xavi. Y añadió: “Estoy muy triste, decepcionado, hemos visto las dos caras de la moneda. El partido ha sido brillante, hemos dominado al Girona”. No le faltaba razón a Xavi: el Barça había dominado al Girona en el primer acto. De hecho, lo dominó como nadie en Montilivi. El equipo rojiblanco nunca había tenido tan poco tiempo el balón: 38%. “Hasta el minuto 65, hasta su empate, habíamos sido superiores. Pero a partir del empate nos hemos ido del partido, me da mucha rabia, porque ha sido error mío y me voy muy cabreado”, completó Sergi Roberto.

El problema, en cualquier caso, es que el Barcelona no sabe convivir con los errores. “Es reconducible, hay un tema mental, de competir mejor… son errores individuales, hay que darle confianza… preparamos muy bien los partidos, hoy hacemos una hora brillante pero los últimos minutos no hemos estado al nivel que exige ser jugador del Barcelona”, analizó Xavi. Y tampoco con la autocrítica. “Cuando te ves superior al rival y el resultado te dice que pierdes 4-2, pues no es fácil de digerir…”, dijo el técnico del Barcelona.

El Barça pierde partidos frente al equipo de Míchel, al mismo tiempo que pierde afición en Girona. “Ahora queremos ganar un título”, concluyó Míchel.

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