Marc Márquez se ve ganador: “El trayecto que tengo en mi cabeza cada vez pinta mejor”

hace 2 semanas 42

Hace unos meses, Marc Márquez tildó su salida de Honda hacia Ducati como una apuesta definitiva. Quería demostrarse que todavía mantenía la velocidad y la magia con el manillar, y este fin de semana en Jerez ha confirmado sus sospechas y, de paso, la fe ciega de sus aficionados. El 93 mantiene intacta la marmita de talento que le valió para acumular 59 triunfos y seis títulos en la categoría reina, si bien los últimos tiempos habían sembrado muchas dudas dentro y fuera de su cabeza. La fórmula de su renacimiento, aparentemente sencilla, va mucho más allá de lo tangible.

“Si soy feliz, soy rápido”, afirmaba después de redondear su reválida personal y colectiva en el GP de España. Su segunda posición y aquella batalla a la vieja usanza con Pecco Bagnaia, defensor de la corona y puntal de Ducati, ratificaron que vuelve a sentirse capaz de todo encima de una moto. En tan solo 18 días subido a la Desmosedici, con la versión del año pasado, Márquez ya es capaz de disputarle la victoria al referente del Mundial hasta la última vuelta, provocando como antaño el delirio de un público entregado. Después del brillante duelo al límite, que casi manda de nuevo al suelo a ambos, el de Cervera se mostró exultante. A pesar de ceder el triunfo, calificó su carrera como una rotunda victoria. “Esto no es para nada una derrota, hoy he salido ganando”, comentaba después de protagonizar una celebración más propia de un nuevo título.

Marc Márquez celebrando en el podio su segunda posición en el Gran Premio de España. Marc Márquez celebrando en el podio su segunda posición en el Gran Premio de España. Román Ríos (EFE)

Sin querer desvelar en qué consiste exactamente, el catalán reconoció que tiene una hoja de ruta clara en su mente. “Tengo un plan, y está yendo según mis previsiones”, apuntaba el sábado, antes de caer cuando lideraba la sprint. “De momento caemos nosotros, pero el buen resultado está al caer”, auguraba, con su humor habitual. Dicho y hecho. El domingo por la tarde ya había cumplido, volviendo a mostrar su mejor versión sobre la pista. “Dentro de mi plan he ganado, el trayecto que tengo en mi cabeza cada vez pinta mejor”, avisaba.

Cuando ya han pasado dos años y medio desde su última victoria, en el GP de Emilia-Romaña de 2021, el 93 la tuvo muy cerca en el mismo escenario donde hace casi cuatro empezó su calvario con las lesiones. “Aquí empezó mi pesadilla, y fue un período muy duro, pero espero y deseo que ahora empiece mi segunda vida. Todavía no hemos salido de la espiral negativa, pero están llegando buenas noticias”, comentaba. Después de pasar cuatro veces por quirófano entre 2020 y 2022 para solventar su grave lesión en el brazo derecho, y de romper su vínculo deportivo y sentimental con Honda, el catalán reconocía que las heridas psicológicas han sido mucho peores y más persistentes.

“En el deporte, a veces pesan más las lesiones mentales que las físicas, y de esas tuve una muy grave. Eso te provoca una lesión mental de la que tienes que ir saliendo. No significa que estés derrotado, sino que necesitas coger inercia, recuperar la confianza, y mi apuesta este año fue arriesgada. Le puse el coraje que un deportista a veces tiene que poner, enfrentarse a pecho abierto a lo que venga, y me está saliendo bien”, exponía. En sus palabras se intuyó por primera vez que la ambición vuelve a ser máxima.

La mirada, en el título y en una moto oficial

Marc Márquez salió de Jerez habiéndose demostrando todo lo que quería demostrarse a sí mismo. También al resto de figuras clave del paddock. Su sonrisa contagiosa, el buen ambiente en el garaje, los bailoteos en el podio e incluso sus palabras son otros elementos que reflejan el retorno a la plenitud a sus 31 años. Entre los recados que dejó el ocho veces campeón del mundo en el circuito Ángel Nieto se intuyen dos puntos elementales de su hoja de ruta.

A pesar de haber sufrido dos caídas y dos ceros en cuatro carreras, el referente del Team Gresini, cliente de Ducati, está a tan solo 32 puntos –ahora se reparten 37 cada fin de semana– del líder del certamen. Jorge Martín, del equipo Pramac, cliente de Ducati con condiciones equivalentes al equipo oficial de la fábrica, aspira junto a él a la moto más codiciada de la parrilla de cara a 2025. Ambos quieren vestir de rojo y ser compañeros de Bagnaia, que renovó por dos años más justo antes de empezar el curso con el fabricante de Bolonia. Enea Bastianini, quien ocupa el puesto por ahora, es el tercero en disputa y también ha empezado con fuerza el campeonato.

En medio de un mercado de pilotos alocado, con muchos agujeros por completar en la parrilla, es probable que Márquez reciba propuestas de todo tipo, más ahora que ha recordado a todos su magia. Él tiene claro que tiene una buena mano para negociar. “Pramac es un muy buen equipo satélite, pero no es oficial”, dejaba bien claro. “Me gustaría tener una moto de fábrica, y si somos rápidos tendremos más opciones para elegir”, incidía antes de que empezara la acción en Andalucía. Estar luchando por el título le hace ganar enteros. “El Mundial no está tan lejos. He hecho un inicio de campeonato pésimo y estamos tan solo a 32 puntos”, celebraba.

La belleza del plan de Márquez, que despliega su ambición abiertamente tras mucho tiempo agazapado, es que se alinea a la perfección con los deseos de Dorna. La euforia vivida en Jerez y el espectáculo ofrecido en todas las carreras desde la de Qatar (acabó cuarto en su estreno con la Ducati), consolidan la línea ascendente del campeonato, más igualado, intenso y emocionante que nunca. El carisma y estrella de un campeón como Marc era lo único que le faltaba a la receta estos últimos años, y su empujón eleva de paso la figura de los Bagnaia, Martín y compañía. Liberty Media, sin duda, se frota las manos tras haber comprado Dorna y los derechos sobre un campeonato en plena subida.

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