Los eléctricos chinos superan a Tesla en ventas

hace 4 horas 38

Los vehículos de Tesla suelen dominar el mercado con cifras récord y su influencia se extendía desde Noruega hasta Alemania. Hoy, sin embargo, esa hegemonía parece resquebrajarse.

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Por ejemplo, en mayo, por quinto mes consecutivo, las ventas de Tesla retrocedieron de manera preocupante.

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De acuerdo con datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la marca estadounidense registró solo 13,863 matriculaciones en la Unión Europea, el Reino Unido y países de la AELC.

Eso representa una caída del 28% respecto al mismo mes del año anterior. Su cuota de mercado pasó del 1,8% al 1,2%. La tendencia ya no puede calificarse como un tropiezo temporal.

Lo más alarmante para Tesla no es solo la pérdida de ventas, sino quién las está capitalizando: los fabricantes chinos. Con estrategias de precios muy agresivas y una oferta de modelos cada vez más sofisticada, estos nuevos competidores están ganando terreno a gran velocidad.

La ofensiva china: más que precios bajos

En mayo, las marcas chinas vendieron más de 65,000 vehículos en el continente, duplicando su participación de mercado hasta alcanzar el 5,9%. Y lo hicieron a pesar de los aranceles recientemente impuestos por la Unión Europea, lo que demuestra que la demanda por estos modelos está lejos de ralentizarse.

BYD SEALBYD SEAL. Crédito: BYD.Crédito: Cortesía

Una parte clave del éxito asiático se debe a la diversidad de opciones tecnológicas: “Los fabricantes chinos están apostando por una gama completa que incluye eléctricos puros, híbridos enchufables y modelos térmicos accesibles”, explicó un portavoz de JATO Dynamics. Esa amplitud les permite adaptarse a distintos perfiles de consumidores europeos, desde el más ecológico hasta el más conservador.

El caso de BYD es particularmente revelador. En abril, esta marca logró superar a Tesla en volumen de ventas en algunos mercados europeos. Es un hito simbólico que indica un cambio profundo en las preferencias del consumidor. Según JATO: “La oferta de BYD ha evolucionado rápidamente y ahora compite en calidad, diseño y tecnología, además de precio”.

Incluso en Noruega, bastión histórico de Tesla, el Model Y ha comenzado a perder protagonismo frente a propuestas chinas más competitivas. La fidelidad del consumidor parece ya no estar garantizada para la marca californiana.

Factores políticos y la figura de Elon Musk

Además de la presión comercial, Tesla enfrenta un entorno político menos favorable en Europa. Las recientes decisiones y declaraciones de Elon Musk han generado controversia.

Su respaldo financiero a la campaña de reelección de Donald Trump y sus choques con instituciones europeas han debilitado la percepción pública de la empresa.

Elon Musk, exresponsable del Departamento de Eficiencia GubernamentalAP.Crédito: Evan Vucci | AP

Para muchos consumidores, los productos ya no solo se evalúan por su rendimiento, sino por lo que representan en términos éticos, sociales y políticos.

A esto se suma la percepción de que Tesla ya no tiene la ventaja tecnológica de años anteriores. Las innovaciones de sus rivales —como el software de asistencia avanzada al conductor, interiores más refinados y tiempos de recarga más rápidos— han igualado o incluso superado a los de la firma estadounidense en varios segmentos.

¿Puede Tesla revertir la tendencia?

Consciente del declive, Tesla ha comenzado a mover fichas. El nuevo Model Y ha mostrado señales de recuperación en algunos mercados nórdicos, donde sigue siendo uno de los modelos eléctricos más populares. La compañía también trabaja en actualizaciones para el Model 3, con mejoras de diseño, autonomía y software.

Sin embargo, los expertos consideran que estos ajustes podrían no ser suficientes y en paralelo, Tesla explora nuevas formas de reducir costos y tiempos de entrega. Una posible ampliación de la Gigafactoría de Berlín está sobre la mesa, con el objetivo de abastecer más rápidamente los pedidos europeos sin depender tanto de las fábricas en China o Estados Unidos.

Pero los desafíos logísticos son solo una parte del problema. También está la cuestión de los incentivos gubernamentales.

Algunos países europeos están recortando las ayudas a la compra de vehículos eléctricos, lo que afecta de forma directa a marcas con precios más elevados, como Tesla. En ese contexto, los modelos chinos —más baratos de base— tienen una ventaja evidente.

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