Los Celtics, contra la maldición del campeón

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Toronto Raptors, Los Angeles Lakers, Milwaukee Bucks, Golden State Warriors, Denver Nuggets y Boston Celtics. La NBA ha tenido seis campeones diferentes en las últimas seis temporadas, pero los últimos en ganar el anillo aspiran a romper esa racha. Los Celtics arrancan la temporada como los favoritos para revalidar el título. El equipo dirigido por Joe Mazzulla y liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown lograron con autoridad en junio el 18º título de la franquicia, rompiendo una sequía que duraba desde 2008. En una NBA cada vez más igualada, los de Boston quieren romper la maldición que persigue al campeón en los últimos años y empezar a marcar una era.

No lo tendrán fácil. Ni siquiera los Celtics de Larry Bird, campeones en 1981, 1984 y 1986, lograron dos títulos consecutivos. De hecho, el equipo más laureado del baloncesto profesional estadounidense no gana en dos años consecutivos desde 1969, cuando el mítico Bill Russell era jugador entrenador.

La gran virtud de los Celtics es que mantienen intacto el grupo que les llevó a la victoria. Además de Tatum y Brown, cuentan en su quinteto ideal con el gigante letón Kristaps Porziņģis (que inicia la temporada lesionado, suplido por el veterano Al Horford), el eficaz base y aguerrido defensor Jrue Holiday y el fiable Derrick White. Un equipo equilibrado y conjuntado, con suplentes de garantías y un entrenador que tiene claro lo que quiere, aspira a marcar una era.

El camino de los Celtics fue el año pasado un paseo triunfal. Quedaron primeros por amplio margen en la temporada regular y solo perdieron tres de los 19 partidos de los playoffs, en los que no se tuvieron que enfrentar a los equipos teóricamente más potentes del campeonato. Este año, previsiblemente, lo tendrán más difícil, incluso en la Conferencia Este.

Jaylen Brown, de los Celtics, con el trofeo de campeón de la pasada temporada.Jaylen Brown, de los Celtics, con el trofeo de campeón de la pasada temporada.Charles Krupa (AP/ LaPresse)

Los New York Knicks, sus rivales de este martes (madrugada del miércoles en la España peninsular, 1.30, Movistar) en el primer partido de la temporada, emergen como primera alternativa tras el fichaje de Karl Anthony Towns (procedente de los Minnesota Timberwolves), Mikal Bridges (llegado de los vecinos Brooklyn Nets) y Cameron Payne (76ers). Han sacrificado, entre otros, al escolta Donte DiVincenzo y el ala pívot Julius Randle, pero si Jalen Brunson mantiene el nivel de la pasada temporada, el título dejará de ser la utopía de las últimas dos décadas.

Los 76ers de Filadelfia han extendido el contrato de su gran estrella, Joel Embiid, en el que tienen su principal activo y su talón de Aquiles. Es un jugador decisivo, pero propenso a las lesiones y que necesita minutos de descanso. Los fichajes de Paul George (procedente de Los Angeles Clippers) y de Caleb Martin (llegado de los Miami Heat) darán un aire nuevo al quinteto inicial.

Para los Milwaukee Bucks, el mejor fichaje sería poder contar a la hora de la verdad con Giannis Antetokoumpo y Damian Lillard, lesionados el año pasado en los playoffs. Con esa dupla en forma, son un rival temible. Los Indiana Pacers liderados por Tyrese Haliburton y los Cleveland Cavaliers de Donovan Mitchell mantienen el bloque, pero parecen un escalón por debajo, al igual que los Orlando Magic de Paolo Banchero, que han sumado a Kentavious Caldwell-Pope. Para el resto de equipos del Este ―incluidos los Brooklyn Nets entrenados por el español Jordi Fernández―, meterse en las eliminatorias ya sería todo un éxito.

Los favoritos del Oeste

En el Oeste, los favoritos son los Oklahoma City Thunder, revelación de la pasada temporada regular y decepción en los playoffs, a la espera de ver cómo encajan las nuevas piezas en Minnesota y sin olvidar a los Denver Nuggets de Nikola Jokić ni a los Dallas Mavericks de Luka Dončić, campeones de la Conferencia la pasada temporada.

Los Thunder se apoyan en la potencia anotadora de Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams y el poderío bajo los aros de Chet Holmgren, el segundo mejor novato de la pasada temporada. Han fichado al pívot Isaiah Hartenstein (de los Knicks) y se han hecho con Alex Caruso, a cambio de entregar a Josh Giddey a los Bulls, con lo que parecen más fuertes que la anterior temporada.

La Conferencia Oeste, en todo caso, está más igualada. Para empezar, los Denver Nuggets, campeones de 2023, siguen contando con Jamal Murray y Jokić, una pareja letal. Han perdido a Reggie Jackson y Caldwell-Pope, que no desempeñaban un papel esencial. Una gran pregunta es si su principal fichaje, Russell Westbrook, nueve veces all-star, está a sus 35 años en condiciones de aportar suficientes minutos de calidad, incluso como suplente de Murray.

El equipo del Oeste que ha sufrido un mayor cambio son los Timberwolves, con la salida de Karl Anthony-Towns y la llegada de Donte DiVincenzo y Julius Randle. Los Timberwolves sacrifican a una de sus estrellas a cambio de más tiro exterior y de la versatilidad que les faltó para batir a los Dallas Mavericks en la final de la Conferencia Oeste del año pasado, a la que llegaban por primera vez en 20 años. Los Wolves tenían estrecheces presupuestarias para retener a largo plazo a Karl-Anthony Towns y a su gran estrella, Anthony Edwards, y se han movido para compensar lo mejor posible su salida.

Los Mavericks de Luka Dončić también aspiran a volver a luchar por el anillo. Fueron la sorpresa de la pasada temporada ―en gran parte por los fichajes de la ventana de invierno― al plantarse en la final, en la que sucumbieron frente a los Celtics. Han salido Tim Hardaway, Josh Green y Derrick Jones, pero con Dončić, Kyrie Irving y el fichaje del veterano Klay Thompson (cuatro veces campeón con los Golden State Warriors) tienen un temible tiro de tres, más la potencia de Daniel Gafford y los 2,16 metros de Dereck Lively II bajo los aros. Del acierto de sus estrellas y la madurez de este último dependerán sus opciones.

LeBron James (a la izquierda) y su hijo Bronny James, durante un partido de pretemporada con los Lakers.LeBron James (a la izquierda) y su hijo Bronny James, durante un partido de pretemporada con los Lakers.William Liang (AP)

Stephen Curry en los Warriors, Kevin Durant en los Phoenix Suns y LeBron James, en los Lakers, parecen condenados al papel de viejas glorias, como ocurrió la pasada temporada. James, eso sí, seguirá engordando sus récords. Con su longevidad, el Rey se ha convertido en el primer padre en jugar junto a su hijo, Bronny, en un equipo de la NBA. Este martes, contra los Timberwolves, en el otro partido de la jornada inaugural, tendrán la primera ocasión de hacerlo en partido oficial (madrugada del miércoles en España, 4.00, Movistar).

La nueva generación de rookies es toda una incógnita. Ninguno llega con una tarjeta de presentación deslumbrante. Las dos primeras plazas del draft correspondieron a los franceses Zaccharie Risacher (Atlanta Hawks) y Alex Sarr (Washington Wizards), aunque los expertos ven ahora como más prometedor al tercero de la lista Reed Sheppard (Houston Rockets).

En realidad, mucha más atención seguirá despertando el novato estrella del año pasado, Victor Wembanyama, llamado a marcar una era en la NBA, pero aparcado por ahora en los marginales San Antonio Spurs. Wemby ha ganado 11 kilos de puro músculo y verle jugar será todo un espectáculo.

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