Kosovo y Serbia chocan en la cumbre europea de Moldavia por la crisis de los alcaldes del norte del territorio

hace 10 meses 38

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y su homóloga de Kosovo, Vjosa Osmani, se han mostrado este jueves casi inamovibles en sus posturas sobre la crisis de violencia que sacude el norte de Kosovo desde el pasado viernes. Fue entonces cuando manifestantes serbokosovares (mayoría en la región, pero minoría en el país) trataron de impedir la entrada en los edificios municipales de nuevos alcaldes de la mayoría albanesa —ayudados por la policía también de mayoría de ascendencia albanesa— elegidos en las elecciones del pasado abril que tuvieron solo una participación del 3,4% y que Belgrado había llamado a boicotear.

En Moldavia, donde se celebra la cumbre de la Comunidad Política Europea con la participación de casi medio centenar de líderes del continente europeo, la presidenta Osmani ha cargado contra Serbia, acusándola de tratar de desestabilizar Kosovo, al no haberlo reconocido como país, y de apoyar la violencia en las manifestaciones. Vucic, que afeó a la presidenta kosovar de no querer reunirse con él en los márgenes de la cumbre, en un formato propuesto por Luxemburgo, exigió la retirada de los “presuntos alcaldes” del norte de Kosovo y cargó contra la presencia allí de la policía que, ha insistido, alimentó la conflictividad.

El encuentro entre Vucic y Osmani ha sido tenso. Apenas se han mirado durante la foto de familia. “Todos entendemos que la amenaza real, de hecho, proviene de la negación de Serbia de la existencia de un Estado soberano en Kosovo”, ha lanzado la representante de Prístina a su llegada al castillo de Mimi, en Bulboaca, una región vinícola a una veintena de kilómetros de Ucrania.

“El presidente Vucic debe dejar de apoyar a las bandas criminales de Kosovo. Debe hacerlo si quiere la paz y tiene que demostrarlo”, ha insistido la líder kosovar. El presidente serbio ha asegurado que no tiene nada que ver con las manifestaciones y que está movilizándose para rebajar la tensión. “Serbia hará todo lo posible para reducir la escalada de la situación, lo que significa que intentaremos persuadir a los serbios para que progresen con calma y paz”, ha dicho en Moldavia.

La UE, Estados Unidos y la OTAN han llamado a Kosovo y Serbia a desescalar la situación, la más tensa de los últimos tiempos. Durante el fin de semana, los manifestantes serbokosovares cargaron contra las fuerzas de la OTAN (Fuerza de Kosovo o KFOR) desplegadas en la región y se registraron una treintena de heridos entre los soldados y también varias decenas de lesionados entre los manifestantes. El martes, la Alianza Atlántica aumentó en otros 700 efectivos las tropas en la zona para el contingente que tiene allí desde el final de la guerra de 1998-1999. Este jueves, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado en Oslo que se plantea elevar ese número.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

En la capital noruega, donde se han reunido los ministros de Exteriores de los países de la OTAN, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antoni Blinken, ha dado un toque de atención a Belgrado y a Prístina. “Lo más importante es que las propias partes rebajen la tensión, dejen de emprender acciones unilaterales y vuelvan al diálogo dirigido por la UE. Es el camino”, ha incidido Blinken, que ha asegurado que espera ver avances en el diálogo en los próximos días y semanas.

Pero en la cumbre de Moldavia, los líderes de Kosovo ―reconocido por un centenar de países, entre los que no está España― y Serbia mantendrán reuniones separadas con el alto representante de la UE para Política Exterior y Defensa, Josep Borrell, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, para tratar de rebajar la situación.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.

Ver artículo completo