“No puedo respirar, no puedo respirar”, eran las únicas palabras que exhalaba Matilde, una inmigrante hispana que sufrió un infarto en pleno arresto que le practicaban agentes de ICE. Fue sorprendida cuando vendía tamales en las calles de Los Ángeles.
A través de un teléfono fueron captadas imágenes de la mujer, que se desvaneció en el pavimento, estaba rodeada de agentes de ICE y testigos del incidente, que de inmediato llamaron al 911.
“Yo le decía a mi virgen que yo no me quería morir. No me quiero morir, madre mía, dame otra oportunidad para vivir”, expresó Matilde en un reporte de la cadena de noticias Telemundo. Al llegar los paramédicos, expresaba que le dolía el pecho.
Aunque afortunadamente ya está recuperada, la inmigrante explicó que sufre de hipertensión y diabetes, por lo que el susto de verse rodeada de los agentes le alteró los nervios y le provocó el ataque al corazón.
“Quedé traumada, no quiero salir a la calle”
En cuestión de minutos, Matilde pasó de vender tamales en su carrito de compras, que quedó abandonado, a ser trasladada de emergencia a un hospital. Tras cinco días hospitalizada, el médico confirmó que había sufrido un paro cardiaco. También fue operada de las arterias.
“Me dieron unas pastillas de emergencia que me tengo que colocar debajo de la lengua, de lo contrario debo llamar al 911”, contó la indicación del médico tratante.
Desde aquel incidente, ocurrido el 19 de junio, Matilde no ha vuelto a trabajar. Aunque los agentes de ICE no pudieron detenerla, teme que algún día vuelvan por ella. “Quedé traumada, tengo pesadillas, no quiero ni salir a la calle”, expresó.
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