Futbolista hondureño es detenido por el ICE tras una cita rutinaria de migración: llegó a EE. UU. a los 8 años

Lo que parecía ser una cita de rutina con las autoridades migratorias terminó en una deportación inesperada. Emerson Colindres, un joven futbolista hondureño de 19 años, fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) mientras cumplía con un requerimiento administrativo en Ohio. El caso ha generado conmoción entre sus compañeros, entrenadores y la comunidad local, ya que Colindres no contaba con antecedentes penales y había vivido en Estados Unidos desde los 8 años.

Emerson llegó a EE. UU. en 2014 junto a su familia huyendo de la violencia en Honduras. Al ingresar, sus padres solicitaron asilo político, pero la petición fue rechazada. A pesar de esto, permanecieron en el país y el joven construyó su vida como estudiante y deportista destacado, hasta que en 2023 se emitió una orden final de deportación.

Tras esta cita, tanto a Emerson como a su familia les dieron les dieron 30 días para abandonar ese país, a partir del 14 de junio de 2025. 

Una cita que terminó en deportación

El pasado 4 de junio, Emerson acudió a una oficina del ICE en Blue Ash, Cincinnati, donde debía reportarse para el monitoreo con un grillete electrónico. En lugar de eso, fue arrestado y trasladado a un centro de detención en el condado de Butler. Pocos días después, las autoridades lo enviaron a Michigan y luego a una instalación migratoria en Luisiana, desde donde fue deportado a Honduras.

Durante su estancia en Estados Unidos, Colindres se graduó de la escuela secundaria, se convirtió en una figura reconocida dentro de su equipo de fútbol y era admirado por su disciplina y compromiso. Quienes lo conocen aseguran que su vida entera estaba en EE. UU. y que su salida del país representa una injusticia.

De acuerdo con lo revelado por el entrenador del joven deportista, Bryan Williams, en el club Cincy Galaxy, al medio NBC News, Colindres fue sacado del edificio a donde acudió esposado.

Apoyo y reacciones de la comunidad

Tras conocerse la noticia, varios miembros de su comunidad se reunieron frente a la cárcel del condado de Butler para exigir su liberación. Entrenadores, amigos y activistas expresaron su apoyo a través de redes sociales y medios locales, calificando la deportación como un acto injustificado.

A pesar de los esfuerzos comunitarios, Emerson fue enviado de regreso a un país que no ha pisado desde su infancia. Su historia se ha convertido en un nuevo símbolo de los vacíos y rigideces del sistema migratorio estadounidense, que a menudo afecta a jóvenes que solo conocen a Estados Unidos como su hogar.

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