
Por Julián Castillo
13 Jun 2025, 20:52 PM EDT
La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo nivel tras el lanzamiento masivo de misiles balísticos por parte de Irán contra Israel. El ataque ocurrió en junio de 2025 y fue presentado por Teherán como una respuesta directa a los bombardeos israelíes en instalaciones nucleares y objetivos militares dentro de territorio iraní. Esta ofensiva, que Irán llamó “Promesa Verdadera 3”, ha generado preocupación internacional, no solo por su intensidad, sino por el tipo de armamento utilizado.
No se trató de cohetes artesanales o proyectiles de corto alcance, sino de misiles balísticos de medio alcance, capaces de recorrer más de mil kilómetros y golpear con precisión objetivos militares e incluso zonas urbanas.
¿Qué es un misil balístico y por qué es tan peligroso?
Un misil balístico es un proyectil que se lanza al cielo con un potente motor que lo impulsa a gran velocidad y altitud. Luego, tras una fase de vuelo sin propulsión, cae hacia su objetivo describiendo una trayectoria curva, similar a la de una piedra lanzada desde una honda. Este tipo de arma alcanza velocidades extremadamente altas, lo que hace que sea muy difícil de interceptar, especialmente si se lanza en grandes cantidades.
A diferencia de los misiles de crucero, que vuelan a baja altura y pueden ser guiados durante todo su trayecto, los balísticos no pueden corregir su rumbo una vez lanzados, pero compensan esa limitación con su velocidad y alcance. Algunos modelos incluso pueden portar cabezas múltiples o maniobrar en la fase final de vuelo para dificultar aún más su intercepción.
En el caso de Irán, los modelos utilizados en este ataque incluyen variantes como el Fattah‑1, que es hipersónico y puede viajar más de cinco veces la velocidad del sonido, y otros como el Fateh‑110 o el Shahab‑3, con rangos que superan los mil kilómetros.
Estos misiles pueden cargar explosivos convencionales, pero también podrían ser adaptados para transportar ojivas químicas o incluso nucleares, lo que aumenta aún más su peligrosidad.
El Iron Dome no pudo detenerlos a todos
Uno de los elementos más llamativos del ataque fue el hecho de que algunos misiles iraníes lograron atravesar las defensas de Israel, a pesar del despliegue del sistema Iron Dome y otros escudos como Arrow-3 y David’s Sling. En varios videos tomados por ciudadanos en Tel Aviv se pueden ver explosiones en el cielo y también en tierra, lo que confirma que algunos proyectiles impactaron dentro de la ciudad.
El Iron Dome, diseñado para interceptar cohetes de corto alcance, tiene una alta efectividad, pero no está optimizado para enfrentar una lluvia simultánea de misiles balísticos veloces. La saturación del sistema permitió que algunos misiles pasaran, generando daños en zonas residenciales y administrativas. Al menos 21 personas resultaron heridas, y varias estructuras sufrieron daños materiales.
Este evento expone una vulnerabilidad que Israel no había enfrentado tan directamente en años recientes: la posibilidad real de que misiles enemigos superen sus defensas aéreas y golpeen el corazón de sus ciudades.
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