El Santander bate su récord de beneficios: gana 9.605 millones de euros en 2022, un 18% más

hace 1 año 49

El Banco Santander exhibe músculo con unos resultados de 2022 históricos: bate su récord de beneficios al ganar 9.605 millones de euros, un 18% más que el ejercicio anterior, según ha comunicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Supera así su cota más alta hasta la fecha cosechada en 2007 (9.060 millones). De esta forma, la entidad muestra su capacidad para generar beneficios, a pesar de los riesgos vigentes en los últimos meses, y espera recuperar la confianza de los inversores para que la cotización bursátil repunte. Los números se han impulsado gracias a unos márgenes al alza, por encima de los costes, aunque todavía las subidas de tipos de los bancos centrales no se han reflejado por completo en la cuenta.

Ana Botín, presidenta del grupo, destaca en un comunicado el buen desempeño de la entidad en el ejercicio: “Aumentamos la base de clientes de forma rentable y mantuvimos un balance muy sólido. Gracias a ello, el beneficio por acción ha aumentado un 23% y el dividendo en efectivo por acción, un 16%”.

Los guarismos cosechados muestran a las claras la buena evolución de la entidad: el margen de intereses subió un 15,7%, hasta los 38.619 millones de euros, las comisiones netas escalaron hasta los 11.790 millones (un 12,3% más). Por otro lado, los costes de explotación también crecieron, aunque a menor ritmo: se situaron en 23.903 millones, un 11,6% por encima de lo anotado en 2021. De esta forma, el margen neto consiguió crecer con fuerza, un 13,1%, hasta los 28.251 millones.

Por mercados, Brasil volvió a ser la que más beneficio aportó al grupo (en 2021 le superó por la mínima Estados Unidos). El país sudamericano generó 2.544 millones de beneficio (+10%), aunque sus márgenes se redujeron en un 4% debido a la sensibilidad negativa que tiene el grupo en Brasil (su cartera de créditos no se aprecia de la misma manera, mientras que los costes sí le suben). Estados Unidos, por su parte, logró 1.784 millones, un 21% menos que el ejercicio anterior.

Estas ganancias abultadas llegan en un momento en el que los beneficios empresariales están en el centro del debate político. La entidad tiene una tarea complicada: por un lado, tiene que sacar pecho para recuperar vigor bursátil. Pero, por otro, el sector quiere tener un perfil bajo y no entrar en el barro político, más si cabe en pleno año electoral. De hecho, ya ha tenido una batalla reciente por el impuesto extraordinario lanzado por el Ejecutivo para sufragar parte del gasto de las medidas anticrisis. El Gobierno defiende que con el cambio de la política monetaria, con subidas de tipos muy pronunciadas en poco tiempo, los ingresos bancarios irán al alza más rápido de lo que sería habitual. De ahí que haya decidido gravar con el 4,8% el margen de intereses y las comisiones netas que se anoten en España.

En el caso del Santander, el ejercicio cerró en el país con un margen de intereses de 4.539 millones (un 9% más) y unas comisiones netas de 2.818 millones (un alza del 1%). Así, a falta de conocer la parte de esta actividad que no computa por no ser actividad bancaria, le correspondería pagar unos 350 millones. Una cifra que para el segundo ejercicio con el tributo en vigor irá al alza, cuando impacte por completo el impulso de las subidas de tipos. Más si cabe con las nuevas alzas que se prevén, una de ellas este mismo jueves por parte del Banco Central Europeo (BCE). De hecho, ya se vislumbra el acelerón en el cuarto trimestre, cuando el margen de intereses en el país subió un 25,5%.

Sobre la ratio de capital CET1 fully loaded, la entidad cerró el año en el 12,04% (en línea con el objetivo marcado por el banco). En la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) subió al 10,67%, mientras que la rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) hizo lo propio hasta el 13,37%. La ratio de eficiencia, por su parte, mejora 0,4 puntos hasta el 45,8%.

Sobre los créditos dudosos, a pesar de los temores que existían a principios del año por el impacto de la guerra de Ucrania y del frenazo económico, la morosidad bancaria se mantiene en niveles bajos. En el caso del Santander, en el 3,08%. El sector espera que los impagos puedan subir en 2023, aunque no hasta niveles preocupantes. Además, de forma preventiva, las patronales pactaron con el Gobierno la ampliación del Código de Buenas Prácticas para auxiliar a los deudores hipotecarios en apuros. Aunque por el momento su uso está siendo muy limitado, según adelantan las entidades. De hecho, la morosidad bancaria en España se quedó en noviembre en el 3,68%, según el último dato disponible del Banco de España.

En número de clientes, la entidad aumentó en siete millones los usuarios en todo el mundo hasta alcanzar los 160 millones.

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