El regimiento estrella de Ucrania queda bajo mínimos por la falta de armamento y los errores propios

hace 1 semana 48

En la compañía del ejército ucranio donde sirve la sargento Magura solo quedan tres de los 11 blindados de transporte de infantería con los que contaban en 2023. Y de los tres, uno está siendo reparado porque el sistema de arranque dejó de funcionar. Los vehículos que utilizan en su unidad son los Bradley estadounidenses, una de las incorporaciones que los aliados de la OTAN aportaron a Ucrania para la contraofensiva de verano de 2023. “Pero son vehículos antiguos que ya llegaron usados y aquí duran pocos meses”, dice esta oficial de la 47ª Brigada Separada Mecanizada, el regimiento más completo que ha tenido Ucrania, con armamento occidental y formación de la Alianza Atlántica.

Magura sirve en el frente de Avdiivka, en la provincia de Donetsk. Su tercer Bradley puede tardar muchas semanas en regresar al campo de batalla, añade una portavoz del regimiento: las piezas para ponerlo a punto tienen que llegar desde Europa. La situación de la 47ª Brigada es hoy dramática, según coinciden los militares entrevistados por EL PAÍS, porque es el espejo de la debilidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania ante el dominio ruso en el frente.

Los 57.000 millones de euros en asistencia militar que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este sábado para Ucrania fortalecerán a este regimiento en los próximos meses, pero la situación actual es angustiante. Magura —el nombre en código de una mujer de 28 años, arquitecta de profesión—aporta dos datos demoledores: por cada vehículo blindado de infantería que tiene el ejército ucranio, el enemigo tiene 10; por cada soldado ucranio que defiende en la zona de Avdiivka, hay 30 rusos asaltándolos.

Vehículo de infantería Bradley, de la 47ª Brigada, el 16 de abril.Vehículo de infantería Bradley, de la 47ª Brigada, el 16 de abril.Cristian Segura

La 47ª Brigada fue una apuesta personal de Valeri Zaluzhni, excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas, para construir una unidad modélica que liderara la contraofensiva de junio de 2023. Una brigada mecanizada es una unidad de infantería que cuenta con blindados para su transporte; la 47ª, como otras en Ucrania, también incorpora tanques y artillería. Fue fundada en otoño de 2022 y solo en el último año ha tenido cuatro comandantes, una rotación inaudita. Su primer comandante, el teniente coronel Oleksander Sak, fue relevado en septiembre de 2023 tras la catastrófica ofensiva en el frente de Zaporiyia. La 47ª Brigada perdió en tres meses a un 30% de sus soldados, según fuentes militares consultadas por este diario en aquel verano. Ucrania necesitaba resultados urgentes en el frente, tanto por la presión de su cúpula política como la de sus aliados internacionales, y el Ejército de Tierra se lanzó a una misión casi suicida sin dominio aéreo y frente a unas fortísimas defensas rusas.

A Sak se le acusó de persistir en una táctica inútil, de enviar columnas de blindados que quedaban bloqueados en campos de minas y que eran aniquilados por drones y artillería. “Nuestros comandantes tenían demasiadas expectativas y malas predicciones sobre nuestro potencial cuando empezó la contraofensiva”, explica Magura. “Luego cambiaron y hubo órdenes más inteligentes, pero perdimos muchos recursos y nos quedamos sin mucha gente experimentada”.

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A Sak lo sustituyó el coronel Oleksander Pavlii. Este ocupó el cargo hasta el pasado enero. Militares de la propia brigada lo acusaron públicamente de no entender el funcionamiento interno (de una estructura basada en modelos OTAN) y de sustituir las bajas en infantería con personal que no estaba preparado para operaciones de combate en primera línea, según recogía el centro de análisis de la guerra Military Land.

Aumentan las bajas

EL PAÍS entrevistó el 17 de abril a Alexander, un exoficial de artillería de la 47ª Brigada. Confirma que a él mismo se le exigió dejar de operar con los dos obuses para los que había sido entrenado y sumarse a un pelotón de asalto. Los cañones, donados por Estados Unidos, de tanto utilizarse, ya no eran lo suficientemente precisos y, sobre todo, ya no necesitaban tanto personal por la falta de munición. Alexander, que ya había servido en 2015 en la guerra de Donbás, decidió abandonar el ejército amparándose en la norma que permite que un soldado regrese a la vida civil si ha perdido a un familiar directo en la guerra: su hermano falleció en combate en 2023. “Si no salía del ejército me esperaba una muerte segura”, asegura.

“Si nos fijamos tanto en la 47ª Brigada es porque es famosa, pero sus problemas se reproducen en el resto del ejército”, subraya Alexander. Los problemas comunes son un arsenal diezmado y un déficit de reclutas. La ley de movilización aprobada este abril debe aportar cerca de 400.000 civiles al ejército. Pero las nuevas incorporaciones, indican las fuentes consultadas, llegarán sin experiencia en un momento en el que las tropas rusas han acumulado conocimiento, armamento y adaptación a esta guerra.

Los entrevistados para este artículo coinciden en que solo la flota de drones bomba ucrania está ralentizando el avance ruso. Pero como advirtió a finales de marzo el presidente, Volodímir Zelenski, estos drones no pueden sustituir la carestía de armamento de largo alcance, de defensas antiaéreas y de artillería. Las tropas invasoras cuentan con entre seis y 10 veces más munición que Ucrania (dependiendo del sector del frente) y Zelenski precisó que su artillería está disparando al día 2.000 proyectiles, es decir, entre cuatro y cinco veces menos que en verano de 2023.

Este diario entrevistó en noviembre de 2023 a otros dos soldados de la 47ª Brigada. Los dos han causado baja del ejército. Uno de ellos, Ivan, capitaneaba un escuadrón de infantería en el sector norte de Avdiivka, donde sus hombres estaban parapetados en las vías de tren. Perdió a toda su unidad, 17 soldados, entre muertos y apresados por el enemigo. Rusia tomó Avdiivka en febrero. Desde entonces ha avanzado 10 kilómetros en dirección a Pokrovsk, la base de la retaguardia en el frente sur de Donetsk. Los malos augurios se perciben en las granjas de la región, que progresivamente van cerrando sus instalaciones y trasladando su maquinaria hacia otras provincias.

“Sé de una compañía con 80 soldados que en una semana sufrió 65 bajas. Antes, por cada baja ucrania, había tres rusas. Ahora estamos casi a la par”. Lo explica Fénix, nombre falso para ocultar su identidad de un civil que trabaja para el alto mando en el frente de Pokrovsk y para los servicios de inteligencia ucranios. Esta fuente apunta que, en el sector norte de Avdiivka, los rusos aprovecharon los problemas de coordinación que se produjeron entre la 47ª Brigada y la 25ª Brigada Aerotransportada. Magura confirma que en este sector norte, donde ahora resisten en la aldea de Ocheretine, “hay errores en la coordinación entre brigadas, pero esto es porque la situación cambia muy rápido”.

La sargento Magura, de la 47ª Brigada Ucrania, el 16 de marzo.La sargento Magura, de la 47ª Brigada Ucrania, el 16 de marzo.Cristian Segura

El escenario empeora rápido para Ucrania y adaptarse requiere tiempo. Fénix pone dos ejemplos de cambios en brigadas con armamento OTAN como la 47ª, cambios derivados del dominio que tiene ahora Rusia del espacio aéreo gracias a su flota de drones de reconocimiento y aparatos bomba: “La utilidad de los [tanques alemanes] Leopard en el frente es ahora nula, no duran”. En un artículo de este sábado, militares consultados por The New York Times indicaban que la 47ª Brigada perdió varios tanques estadounidenses Abrams en Avdiivka porque no cuentan con suficientes defensas antiaéreas de corto alcance contra drones.

No solo se trata de la amenaza de drones bomba rusos, como los Lancet, o vehículos aéreos más pequeños que pueden destruir la torreta del tanque; Magura añade que el enemigo ha instalado en Avdiivka sistemas de cohetes antiblindados difíciles de evitar. “Los tanques rusos también caen como moscas, pero ellos tienen centenares; si destruimos 10, hay otros tres que cumplen su misión”, cuenta Fénix. Los cañones estadounidenses M-777, que en 2022 fueron clave en las exitosas ofensivas ucranias en Járkov y Jersón, hoy han pasado a un segundo plano, dice Fénix, porque no son obuses autopropulsados y las operaciones con ellos duran demasiado tiempo ante la amenaza aérea rusa.

“He hablado con un millar de soldados en este frente y mi conclusión es que la teórica militar de la OTAN no sirve si no la combinas con la soviética, que es la rusa”, concluye Fénix. “Ninguna base de la OTAN en Europa tiene nuestra experiencia de combate, por eso nos apoyamos cada vez más en nuestros propios instructores”, explica una portavoz de la 47ª Brigada.

Dmitro Riumshin, el sustituto de Pavlii, duró solo dos meses como comandante de la 47ª Brigada, de enero a marzo. Varias fuentes consultadas indican que la primera razón de su cese fueron las elevadas bajas en Avdiivka y la segunda, que no era un hombre de confianza del nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksander Sirski. “De nuestro nuevo comandante [el coronel Yan Yatsishen] esperamos decisiones inteligentes, no órdenes suicidas, órdenes claras y al mismo tiempo ponderadas”, reflexiona Magura.

Fénix espera del futuro un panorama muy difícil, Rusia está formando a 200.000 nuevos reclutas para la ofensiva de verano, indica este veterano combatiente de la guerra de Donbás (son 100.000 más de los que estimó el pasado marzo el jefe del Ejército de Tierra ucranio): “Son cada día más y mejores, su armamento también. Y a nosotros nos falta de todo”.

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