De Jong no tiene quien lo cuide en el Barcelona

hace 1 año 38

El regreso de Joan Laporta al Barça condicionó a Frenkie de Jong, un jugador que, insisten en los despachos, es un predilecto del presidente.

Sin el calor de una plantilla en plena reestructuración y bajo la tutela de un cuerpo técnico al que no termina de enamorar, el neerlandés ha quedado desprotegido, a merced de la insistencia de la dirección deportiva de colocarlo en el mercado y sin el cuidado de su agente. Él, por ahora, resiste. No tiene más argumentos que una irreductible voluntad de continuar en el Camp Nou.

En octubre de 2021 comenzó la desestabilización a De Jong. “Es muy difícil rendir bien, cuando sientes que te quieren fuera”, comentó entonces un empleado de la secretaria técnica. El neerlandés no se inquietaba. No le dio importancia a que en el Barça le idearan problemas personales —”No eran ciertos”, aseguraban desde su entorno—, mientras se ilusionaba con la llegada de Xavi Hernández. “Le puede hacer crecer”, añadían las mismas fuentes. El técnico catalán, por su parte, confiaba en reconducir el talento de De Jong. “Puede ser de los mejores centrocampistas del mundo”, aseguraba el preparador. Sin embargo, el volante de la Oranje tenía que dar un paso adelante. “Es un jugador de nueve o 10 puntos para un determinado sistema, pero en el juego posicional es un siete u ocho. Tiene que crecer”, explicaban desde el cuerpo técnico. Y Xavi se puso manos a la obra: “Es inteligente y tiene ganas de aprender”.

Pero la pedagogía de Xavi y la voluntad de De Jong chocaban con la salud financiera del club. Incluso hasta con el deseo de Laporta. “Frenkie le encanta”, dicen desde los despachos. Con la campaña 2021-2022 finalizada, mientras el área económica buscaba inyecciones de dinero, la dirección deportiva pensaba cómo reducir el gasto. El nombre señalado, de nuevo, fue el de De Jong. Según el club, el sueldo del jugador descompensaba la nueva escala salarial del grupo azulgrana: 43 millones. En el entorno del neerlandés, en cambio, aseguran que su ficha es de 24 millones brutos. “28 si gana la Champions”, explican fuentes cercanas al futbolista.

El United apareció con fuerza para llevárselo. Le ofrecieron cinco años por más de diez millones netos por temporada. Pero a él no le interesó. También el Chelsea preguntó por él. “Frenkie se quiere quedar”, explica un empleado del club azulgrana. El Barça, entonces, volvió a la carga. Según The Athletic, tras su negativa a fichar por el United, en junio, el club le envió una carta amenazándole con denunciar su contrato. Sin especificar a qué delito se refieren, los abogados de la entidad azulgrana argumentaron que existen indicios “de ilegalidad en la última renovación” de De Jong en noviembre de 2020.

Apurada para rebajar la masa salarial, estimada en 620 millones (con amortizaciones incluidas), la dirección deportiva insiste a De Jong para que rebaje su salario. Él se niega. “Ya ayudó al club la temporada pasada: cobró tres millones [brutos]”, recuerdan desde su entorno. “Además”, añaden; “no entendemos como el club puede gastar 200 millones en fichajes y no puede permitirse el salario de uno de los mejores jugadores de Europa”.

Con su nombre en el ojo del huracán, el pasado miércoles un pequeño grupo de aficionados lo recibió con insultos en la Ciudad Deportiva. “Es normal, la gente lee en la prensa que no quiere ayudar”, apuntan en la dirección deportiva. El representante del jugador, que no ve con malos ojos su salida, viajó a Barcelona. “Lo mejor que puede hacer es irse. El ambiente está muy tóxico”, cuentan desde el entorno de Frenkie.

Su actitud en el vestuario no ha cambiado, tampoco en los entrenamientos ni su relación con el staff. “Trabaja como siempre. Es un profesional”, destacan. Y Xavi completó: “Es un jugador importante y lo puedo usar. Todavía hay mercado. No sabemos qué pasará con Frenkie”.

Aferrado a su dorsal, De Jong ya no tiene quien lo cuide.

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