China crea un dron tan pequeño como un mosquito que es casi invisible

hace 6 dias 68

Imagina un dron tan pequeño que apenas lo notarías. En China se han llevado ese concepto al extremo: un dron miniatura con un diseño que emula el vuelo de un mosquito. Este insecto mecánico mide entre 1,3 y 2 cm de largo, tiene una envergadura de unos 3 cm y pesa menos de 0,3 g. Fue presentado en un canal de televisión militar china y manejado por estudiantes del prestigioso Centro de Tecnología de Defensa Nacional.

The Chinese military unveils a tiny drone the size of a mosquito.

The creators believe such a drone is nearly impossible to detect, making it ideal for reconnaissance. A compact handheld device is all that's needed for control.

China is ahead of the rest of the world… pic.twitter.com/thfCzIcchy

— Alexeï (@jeanlol67573289) June 21, 2025

¿Qué hace tan especial a este bichito volador? La clave está en su diminuto tamaño y su capacidad para camuflarse entre el ruido visual y acústico del entorno, haciéndolo ideal para misiones de vigilancia encubierta. Puede infiltrarse en edificios, oficinas o zonas restringidas, todo sin levantar sospechas, lo que representa un avance brutal en drones tácticos.

Dron de última generación

El dron incorpora un diseño biomimético: dos alas en forma de hoja que baten de forma rápida, similar al mosquito real, y tres patas ultra finas que permiten posarse o mantenerse quieto en superficies. Esta ingeniería biónica no es solo estética, cumple una función clave: pasa desapercibido y se adapta a entornos urbanos o rurales por igual.

Dentro de su minúsculo cuerpo caben sensores, módulos de comunicación, circuitos de control y fuente de alimentación, una hazaña de miniaturización que exige una convergencia avanzada de microelectrónica, ciencia de materiales y biónica. Lo sorprendente es cómo logran fusionar esos ingredientes en un espacio tan reducido—un gran hito en la ingeniería mecanotrónica.

Según los investigadores, este tipo de micro‑drones está ideado para misiones de reconocimiento de información y operaciones especiales sobre el terreno, especialmente útiles en contextos donde no entran drones más voluminosos.

¿Por qué es un antes y un después en la industria de drones?

En primer lugar, el nivel de miniaturización. Los drones tipo “Black Hornet” ya son pequeños —del tamaño de una palma—, pero este modelo chino juega en otra liga al reducir el tamaño hasta niveles casi microscópicos. Eso abre la puerta a operaciones completamente encubiertas, ya que su peso y ruido mínimo dificultan su detección.

Este dron es casi indetectable, tanto visual como acústicamente. Su perfil ultra pequeño lo hace perfecto para meterse en estancias controladas —¿te imaginas uno colándose en una reunión sin que nadie se dé cuenta?

Además, este tipo de tecnología marca un salto cualitativo en la autonomía en el campo de batalla. Aligera la carga de vigilantes humanos y reduce el riesgo en zonas complicadas, dando mayor flexibilidad táctica. Aun así, todavía hay retos pendientes, como la duración de vuelo, la capacidad de transmisión simultánea de datos y la resistencia ante viento o choque.

Implicaciones a nivel global

Más allá de lo técnico, este dron miniatura genera un debate serio sobre privacidad y seguridad. Su uso puede volverse un arma de espionaje masivo: se podría colar en casas, oficinas o instalaciones estratégicas sin que nadie lo detecte. Además, expertos advierten que futuros modelos podrían incluso llevar espías biológicos o armarse para misiones de ataque quirúrgico, convirtiéndolos en posibles vectores de graves amenazas.

El riesgo de uso no militar también es alto: delincuentes podrían emplearlos para robar datos, grabar contraseñas o intervenir conversaciones privadas. Por eso la comunidad internacional se ve en la obligación de debatir nuevos marcos legales para regular este tipo de micro‑robots voladores, porque el tamaño ya no será un freno a la vigilancia.

Este dron parece el anuncio de una nueva era en drones diminutos. Estudios previos como el “RoboBee” o los drones de ala giratoria ya apuntaban a lo micro, pero China parece haber elevado el listón.

Ahora que se abren caminos en la miniaturización, lo siguiente será mejorar la duración de vuelo, la capacidad de carga (¿micrófonos más potentes? ¿pequeñas baterías verdes?) y la red de control remota para coordinar múltiples unidades. Puede que pronto tengamos enjambres de micro-drones trabajando juntos para mapear zonas o desplegar acciones sincronizadas.

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