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Las familias migrantes con niños requieren una ayuda completa cuando son admitidas en Estados Unidos. Foto: Scott Olson / Getty Images
Una enfermera rechazó varias solicitudes para llevar al hospital a una niña inmigrante enferma de ocho años, el mismo día que la niña murió bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza (CBP) en Texas, a principios de este mes, informaron investigadores el jueves.
Anadith Tanay Reyes Álvarez, quien sufría de anemia de células falciformes y enfermedad cardíaca, murió el 17 de mayo después de que ella y su familia pasaron más de una semana bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, a pesar de las reglas de la agencia que instruyen a los agentes a retener a los detenidos por no más de tres días.
Si bien la muerte aún está siendo investigada por la Oficina de Responsabilidad Profesional (OPR) de la Patrulla Fronteriza, los hallazgos preliminares han planteado serias dudas sobre por qué la familia estuvo detenida durante tanto tiempo y por qué Reyes Alvarez no fue trasladada a un hospital después de múltiples instancias. en el que ella y su madre buscaron atención médica.
El jueves, la Oficina de Responsabilidad Profesional de CBP, que investiga la muerte, emitió un comunicado en el que confirmó que los funcionarios de la Patrulla Fronteriza y el personal médico contratado por la agencia no lograron, y en algunos casos se negaron, transferir a Reyes Álvarez a un hospital, a pesar de las preocupaciones planteadas. por su madre
Los hallazgos publicados el jueves se derivaron de entrevistas que los investigadores sostuvieron con funcionarios de la Patrulla Fronteriza y contratistas médicos, ya que las cámaras en las instalaciones donde la familia de Reyes Álvarez estuvo detenida por última vez no funcionaban en ese momento, según el comunicado de CBP.
Los investigadores dijeron que los contratistas médicos en una instalación de la Patrulla Fronteriza en Harlingen, Texas, informaron haber visto a la niña aproximadamente nueve veces distintas entre el 14 de mayo y la madrugada del 17 de mayo. La familia había sido trasladada allí después de que Reyes Álvarez dio positivo por gripe. Primero fueron puestos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza el 9 de mayo, después de cruzar a EE. UU. cerca de Brownsville, Texas.
Durante esas nueve visitas, Reyes Álvarez se quejó de dolor, fiebre y síntomas de gripe, dijeron los investigadores. A la niña se le diagnosticó fiebre, que alcanzó un máximo de 104.9 grados el 16 de mayo, agregaron. Los contratistas médicos le dieron a Reyes Álvarez Tamiflu, medicamentos para la fiebre, bolsas de hielo y una ducha fría. Pero no la llevaron a un hospital.
Solo el 17 de mayo, Reyes Álvarez informó tener dolor de estómago, náuseas y dificultad para respirar. Fue vista por una enfermera contratista cuatro veces ese día. La enfermera le dijo a los investigadores que los niveles de oxígeno de Reyes Álvarez se revisaron cada vez y parecían normales. A la niña se le proporcionó Zofran, un medicamento para prevenir las náuseas, pero la enfermera se negó a trasladarla al hospital, dijo CBP.
La enfermera practicante también informó haber negado tres o cuatro solicitudes de la madre de la niña para que llamaran a una ambulancia o para que la llevaran al hospital.
Los investigadores de CBP dijeron que ninguno de los oficiales de la Patrulla Fronteriza y el personal médico entrevistados como parte de la revisión en curso informaron estar al tanto de la anemia de células falciformes y la afección cardíaca de Reyes Álvarez.
Los investigadores también encontraron que los contratistas médicos no registraron las múltiples visitas médicas de Reyes Álvarez y no consultaron con los médicos de guardia, incluido un pediatra, sobre los síntomas de la niña.
El comisionado interino de CBP, Troy Miller, en una declaración separada dada a conocer el jueves, calificó la muerte de Reyes Álvarez como una tragedia inaceptable y dijo que la agencia trabajaría para “hacerlo mejor para garantizar que esto nunca vuelva a suceder”.
Miller dijo que CBP había iniciado una revisión de los casos de inmigrantes médicamente vulnerables y familias detenidas para garantizar que fueran transferidos rápidamente fuera de la custodia de la agencia. También señaló que CBP había reparado las cámaras en las instalaciones de Harlingen y prohibió que algunos contratistas médicos involucrados en la investigación en curso trabajen nuevamente con la agencia.
“La declaración actualizada de la Oficina de Responsabilidad Profesional (OPR) de CBP sobre la investigación de esta muerte del 17 de mayo de 2023 proporciona nueva información importante sobre esta trágica muerte que informará nuestros esfuerzos para garantizar que esto no vuelva a suceder”, agregó Miller.
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