En medio del conflicto del narcotráfico en Rosario, la estrella del fútbol Ángel Di María recibió una fuerte amenaza la madrugada de este martes , que deja en evidencia la creciente crisis de violencia de la ciudad.
Este incidente no sólo resalta los peligros personales a los que se enfrentan las figuras públicas, sino que también representa el problema más amplio de la violencia relacionada con las drogas que azota su ciudad natal.
Amenaza directa a la familia de Di María
A primera hora del lunes, unos individuos que circulaban en un vehículo Renault gris dejaron un paquete amenazador frente a la comunidad privada Funes Hills Miraflores, donde Di María se aloja durante sus visitas a Rosario, situada en la provincia de Santa Fe.
Dentro de una bolsa negra, cerrada con cinta adhesiva, había un mensaje dirigido al padre de Di María, con una advertencia relacionada con el posible juego del atleta en el club local, en la que se sugería que un miembro de la familia podría resultar herido.
Di María, de 36 años, que juega en el Benfica, expuso abiertamente su deseo de volver a sus raíces y jugar en Rosario Central cuando termine su etapa en el equipo portugués.
Incremento de delincuencia en Rosario
Su conexión con su ciudad natal y su club insignia parece que lo convirtió en un foco de amenazas en medio de la actual guerra antidroga de Rosario.
Tras este suceso, llegaron informes de que se escucharon disparos mientras los autores huían del lugar. Un fiscal local, junto con la policía de Rosario, se hizo cargo de la investigación.
A pesar de la amenaza, Di María, que en ese momento se encontraba con la selección argentina en Estados Unidos, guardó silencio sobre el asunto.
Lionel Scaloni, tranquilizó en la rueda de prensa a los aficionados asegurando que Di María mantiene la calma en la concentración, destacando su compromiso de jugar un partido amistoso contra Costa Rica en Los Ángeles como forma de distracción en vista de los acontecimientos en su país.
La tasa de asesinatos de Rosario, significativamente superior a la media nacional, apunta a un problema de violencia muy arraigado, derivado principalmente de los conflictos entre bandas de narcotraficantes rivales.
Esteban Santantino, funcionario del Ministerio de Seguridad, subrayó que este tipo de amenazas sirven para infundir miedo y crear malestar en la sociedad, y a menudo tienen como objetivo a personalidades conocidas para amplificar su impacto.
La amenaza a Di María no es un caso aislado, ya que la familia de Lionel Messi se enfrentó a intimidaciones similares el año pasado, lo que resalta aún más los urgentes retos de seguridad en Rosario.
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